La Münster

Después de la sesión veermú de L-R hay infinidad de posiblidades, pero posiblemente la mejor sea subir a comer a La Münster (C/Conde Toreno, 59), donde a partir de las 15:00 los Masters of VoKü se encargarán de amamantar a la concurrencia un pote asturiano gigante (y alguna cosa más). Despúes de la fartura podremos quedarnos a escuchar los los 4 conciertos de la tarde:

CHAPA ONDULADA
CRONOR
ARÍN DODÓ
EL NIÑO MUERTO

- Chapa Ondulada viene a hacer un collage improvisado con un porrón de cintas en las que va recopilando una especie de diario de grabaciones con toda clase de sonidos: electrónicos, acústicos, grabaciones de campo, loops de cinta...
https://chapaondulada.bandcamp.com/ 

- J.G. Entonado (a.k.a. Arín Dodó) - procesador de ideas e improvisador libre autónomo y autosuficiente liberado de condicionantes económicos y sociales - www.arintonadodo.com/contacto/

- El Niño Muerto: El drone es un elemento transversal a la producción sonora de la especie humana. Desde el sonido hueco y seco del didjeridoo hasta las frecuencias continuas que atraviesan nuestras ciudades contemporáneas, el drone ha estado ahí desde el inicio mismo de la vida basada en el carbono, desde que nuestro planeta generó las características atmosféricas suficientes para permitir la propagación de la energía acústica. "El niño muerto" es un proyecto sonoro del antropólogo gallego Miguel Alonso Cambrón, también conocido por otros alias como Rocket in my Pocket, mglon o ubit. Sobre una base drone-noise se manifiestan armonías repetitivas y automáticas que instintivamente se refugian en naves industriales y derivan en ambientes fabriles de principios del siglo XX. "El niño muerto" describe una realidad sonora dickensiana a partir de elementos orgánicos que quieren parecerse a otros mecánicos. Entre la cultura y la naturaleza crecen los resoplidos de las máquinas a vapor que mecen los sueños de una infancia maltrecha y maldita.

- Cronor: Folk drone experimental cacharrero. Desecho musical sabrosón fabricado con todo lo que tengamos delante: piano preparado, balalaika, voz, doroms fujara y guitarra (como poco) set electroacústico, live looping... influencias persas y austrohúngaras.


Acto seguido, fin de fiesta en La Caja de Músicos, con el estreno absoluto de KHZ y después la habitual pinchada vericuetera a cargo del DJ residente, que a lo mejor pone a los Residents y todo.